Maximiliano Pullaro decidió destinar 33 millones de pesos para la adquisición y colocación de vidrios en el Hospital Dr. Alejandro Gutiérrez de Venado Tuerto.
En un clima de precariedad, los médicos y profesionales de la salud se quejan constantemente de los bajos sueldos que perciben
En un contexto de crisis sanitaria y creciente descontrol en los hospitales de la provincia, el gobernador Maximiliano Pullaro decidió destinar 33 millones de pesos para la adquisición y colocación de vidrios en el Hospital Dr. Alejandro Gutiérrez de Venado Tuerto, un gasto que desata fuertes críticas en medio de la crítica situación que atraviesa la salud pública en Santa Fe.
El gasto millonario para reparar detalles de infraestructura como vidrios en un solo hospital contrasta con la alarmante falta de recursos y condiciones deplorables en los demás centros de salud de la provincia. Los hospitales públicos de Santa Fe enfrentan un grave deterioro estructural, con paredes agrietadas, techos en mal estado, pisos rotos, y una falta de higiene alarmante. Mientras tanto, los pacientes deben lidiar con largas horas de espera para ser atendidos, debido a la sobrecarga del sistema de salud y la escasez de personal.
En un clima de precariedad, los médicos y profesionales de la salud se quejan constantemente de los bajos sueldos que perciben, lo que se suma a la escasez de insumos y a la presión de tener que atender a un número creciente de pacientes con cada vez menos recursos. Este panorama refleja la grave crisis del sistema sanitario en la provincia, que no parece encontrar respuestas satisfactorias por parte de las autoridades.
En este escenario, el gasto millonario de 33 millones de pesos destinado a los vidrios del hospital se presenta como una decisión desconectada de las necesidades urgentes que aquejan a los ciudadanos. A la crítica situación de la salud se suman también los problemas de inseguridad y narcotráfico que afectan a Santa Fe, temas que, lejos de ser resueltos, siguen siendo ignorados en favor de acciones simbólicas que no impactan directamente en la mejora de la vida de los ciudadanos.
Este tipo de decisiones genera un profundo malestar en la población, que ve cómo el gobierno provincial destina sumas millonarias a obras menores, mientras que la salud pública y la seguridad continúan desmoronándose a pasos agigantados. La provincia, que atraviesa una de las crisis más profundas de su historia, parece alejada de una verdadera solución para los problemas que afectan a los santafesinos.