En Parana la policía aeronáutica mete mafia: Escándalo en EANA controladores denuncian abusos y amenazas de la PSA

Trabajadores de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) denunciaron maltratos, abusos  y amenazas por parte de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en la Unidad Operacional Paraná, donde el jefe Víctor Arrieta, con antecedentes de violencia, ordenó impedir el ingreso de controladores y ahora buscan silenciar las denuncias.

Un nuevo conflicto sacude a la Unidad Operacional Paraná de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), cuando seis controladores de tránsito aéreo de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) fueron impedidos de ingresar a su lugar de trabajo el pasado 14 de abril, a pesar de estar convocados formalmente y con credenciales vigentes. La orden habría partido directamente del jefe de la unidad, el subinspector Víctor Hernán Arrieta, viejo conocido por sus antecedentes de abusos y violencia en contra de integrantes de distintos organismos aeroportuarios e, incluso, de uniformados de la PSA a su cargo.

Los trabajadores, que se presentaron en la torre de control del aeropuerto Justo José de Urquiza, fueron interceptados por el oficial mayor José González, quien –alterado y sin justificación– les negó el ingreso. Incluso con la confirmación de sus superiores de EANA y PSA, el acceso fue demorado cerca de 30 minutos, frente a un menor de edad que, de manera insólita, se encontraba en el área operativa de la PSA, jugando con un equipo de rayos X en un punto de control y registro. 

Violencia institucional frente a testigos

Al final de la jornada, uno de los controladores, Lucas Butus, fue víctima de una agresión física por parte del oficial Leandro Fernández –hijo del exdirector ejecutivo del CEAC, Mario Fernández–, quien le arrancó del cuello su credencial aeroportuaria y lo forzó a ingresar a la oficina de Guardia. Tras labrarle un acta por una supuesta “falta gravísima”, Butus se descompensó y debió recibir asistencia médica.

Los testimonios apuntan a un patrón de violencia, discriminación y hostigamiento sostenido en el tiempo por parte del jefe Arrieta. Según denuncian, el maltrato se extiende también hacia el personal subalterno de la PSA, que estaría siendo obligado a replicar estas prácticas de abuso contra los trabajadores de EANA.

“Nos tratan como delincuentes”

Los controladores aseguran que desde hace años deben soportar un ambiente laboral hostil en los ingresos y egresos al aeropuerto. “Nos tratan como a delincuentes, siendo que solo somos trabajadores con muchos años de servicio, siempre correctamente identificados”, señalaron en la denuncia elevada al ministerio de Seguridad y al correo institucional de PSA.

También se presentaron llamados al 134 y otras vías oficiales, lo que generó un efecto dominó: al menos seis informes fueron elevados en las últimas horas, y el vicepresidente de EANA ya tomó contacto con los denunciantes.

Presiones, encubrimiento y miedo a denunciar

Según mensajes internos a los que accedió este medio, algunos de los trabajadores habrían sido presionados para no acudir a la Justicia. “Si voy a la Justicia me acusan directamente de amenaza de muerte y resistencia a la autoridad con veinte argumentos. Así que estoy rezando”, escribió uno de los denunciantes, que analiza sus próximos pasos jurídicos mientras mantiene reuniones con su abogado.

Por otra parte, desde el área de Legales de EANA se les habría pedido que realicen solo descargos administrativos y no avancen por ahora en la vía penal. La falta de respaldo institucional es tal que el denunciado Arrieta ya cuenta con defensa jurídica provista por la PSA, mientras que la víctima, Dechanzi –quien había denunciado al mismo Arrieta tiempo atrás por una agresión en 2016– quedó completamente desamparada.

ATEPSA y un patrón de impunidad en la PSA

La postura de la Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) también genera sospechas. Según trascendidos, habría intentado enfriar la situación y evitar que la denuncia escale a instancias judiciales. No obstante, los controladores evalúan presentarse de forma colectiva y ya remitieron el caso al ministerio que conduce Patricia Bullrich.

Este nuevo caso se suma a una larga lista de denuncias que vienen golpeando a la PSA en todo el país. Tal como informó Enclave-Arg.online, semanas atrás, en Salta también existen múltiples acusaciones contra el jefe de operaciones, Fernando Flores, por discriminación, amenazas, manipulación de licencias y un clima general de violencia laboral, muchas veces encubierto por las jefaturas regionales y por la cúpula nacional de la fuerza, hoy bajo el mando de Alfredo Hernán Gallardo.

Mientras tanto, los trabajadores de EANA denuncian que “todo esto fue para que por fin se investigue”, cansados de años de maltrato y sin herramientas reales para defenderse.

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