Como había anticipado Enclave.arg, un agente ratificó ante la Justicia que el titular de la inteligencia macrista mandó a seguir a representantes de jugadores de fútbol. Su declaración corrobora que Arribas utilizaba la estructura del organismo para “apretar” a sus competidores.
La justicia federal continúa investigando el rol que tuvo la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la gestión de Cambiemos. Frente a las acusaciones de que se habría utilizado a la estructura del organismo para realizar tareas de espionaje presuntamente ilegal, en perjucio de dirigentes opositores, sindicalistas y hasta de funcionarios del propio gobierno de Mauricio Macri, se puso la mira en su exdirector, Gustavo Arribas. Recientemente, hubo novedades en un caso que dio a conocer Data Clave, en el que acusan al exfuncionario de usar a la AFI para favorecer sus negocios de representación de jugadores de fútbol, intimidando y espiando a posibles competidores.
A la par de sus tareas en el organismo de inteligencia, Gustavo Arribas, junto su hijo Ezequiel, es responsable de una empresa dedicada a representar a futbolistas profesionales y están inscriptos en el mismo registro de agentes que controla la AFA.
En el 2020, la justicia federal comenzó a investigar al representante de jugadores de fútbol Uriel Pérez Jaurena, por una denuncia anónima en la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) por “defraudación tributaria y lavado de activos” en transferencias en las que actuó como intermediario entre 2015 y 2019.
La causa recayó en el juzgado de Arroyo Salgado y la investigación quedó a cargo de la Fiscalía Federal 2 de San Fernando, que encabeza Fernando Domínguez. El 20 de marzo de 2020, se imputó al exfutbolista y actual representante de jugadores nacido en Uruguay por los delitos que se lo investigaba.

El representante legal de Pérez Jaurena, Marcelo Rochetti, al asumir el patrocinio legal, le llamó la atención el modo en que se iniciaron las actuaciones: “fue por intermedio de un correo anónimo recibido en la PROCELAC, que tiene inserto un cargo suscripto por una funcionaria donde dice que se recibió con un sobre por correo postal, sobre que no habría sido conservado y del que no hay constancias”, relató el abogado en el escrito de recusación presentado en diciembre de 2021.
A su criterio, ello impedía individualizar al supuesto denunciante anónimo, de quien expresó que “todos sabemos quién es” puesto que “es un anónimo que viene de la AFI”
En marzo del año siguiente, la Cámara Federal de San Martín hizo lugar a la recusación de la jueza Sandra Arroyo Salgado presentada por Rocchetti, en la que pedía su apartamiento por considerarla responsable de los delitos de “coacción y falsedad ideológica en instrumento público, y eventualmente incumplimiento de los deberes de funcionario”. En noviembre de ese año, el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de San Isidro, a cargo del juez Lino Mirabelli, decidió separar también al fiscal Domínguez de la investigación en base a los mismos argumentos utilizados por el tribunal de San Martín.
UN NUEVO TESTIMONIO CLAVE
De acuerdo a lo que contó este medio, a partir de los dichos de una fuente cercana al representante, Ezequiel Arribas visitó a Pérez Jaurena en sus oficinas y le ofreció comprarle la hijo de Arribas le sugirió que “si no se quería meter en problemas, lo mejor era vender y retirarse de la actividad, a lo que Uriel respondió que de ninguna manera pensaba en dejar el negocio y lo invitó amablemente a retirarse de su oficina”, agregó el informante. “Ese fue el disparador de lo que terminó ocurriendo: el armado de la causa mediante el anónimo que llegó a la PROCELAC”, completó.
El modus operandi quedó expuesto con mucha nitidez en el marco del expediente judicial Nº FLP 14149/2020, caratulado “QUERELLANTE: FERNANDEZ DE KIRCHNER, CRISTINA ELISABET Y OTROS IMPUTADO: MELO, FACUNDO Y OTROS”, que tramite en el juzgado federal a cargo de Marcelo Martínez de Giorgi.
En el marco de esta causa, una persona identificada como “Agente 4”, se presentó a declarar en el juzgado federal y confirmó que lo habían mandado a seguir a representantes de jugadores de futbol cuando Gustavo Arribas era jefe de la exAFI.
Según supo Enclave.ar, el agente detalló que le ordenaron seguir a Uriel Pérez Jaurena, reconoció su domicilio y explicó que permaneció ahí por lo menos por diez días. También reconoció las oficinas del representante de jugadores y confirmó que estuvo en ese lugar, en el marco de los seguimientos.
Asimismo, contó que participaron al menos otros seis hombres en esa tarea, distribuidos en tres autos, además de otro hombre en una motocicleta. Sin embargo, el “Agente 4” reconoció que nunca supo el motivo de la operación.
La nota enviada al Congreso

Enclae.agr tuvo acceso a una nota que Uriel le envió al senador nacional Martín Lousteau, en su rol de titular de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Actividad de Inteligencia, el pasado 5 de julio. “Desde el año 2020, hace casi cinco años, estoy siendo viviendo un infierno en medio de una injusta investigación en el marco de la causa nro. 6.138/2020, hoy en trámite por ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2 de San Isidro, con intervención de la Fiscalía N deg 1 de ese fuero y Departamento Judicial”, detalla en el texto.
Tras comentar el proceso judicial, Pérez Jaurena contó que hace cinco años que está inhibido, que le bloquearon sus bienes y se lo “destrozó mediáticamente”, tanto en Argentina como en el exterior. Además, comenta que le cerraron su cuentas y lo tildaron de “lavador narco”. Además, relata como estigmatizaron a sus hijos menores de edad debido a la denuncia contra su padre, y la misma situación sufrió su mujer.
“Junto con mi defensor decidimos analizar distintos eventos de mi vida privada y comercial de la época previa a la recepción del anónimo en la PROCELAC, ya que a ninguno de los dos nos cerraba lo que estaba pasando, porque si bien me encuentro bajo la lupa de la justicia hace cinco años, yo sé de mi inocencia y de hecho hasta la fecha no he sido convocado en la causa por ningún motivo. convocado en la causa por ningún motivo“, señala en la carta y arega: “El ataque era sobredimensionado y por varios frentes, a la causa judicial a la cual se imprimia un ritmo feroz, se la acompañaba con constantes operaciones de prensa tanto en mi contra como fundamentalmente en contra de mi defensor. Comenzamos a sospechar que el origen de la causa no era simplemente ese anónimo misterioso, que es como figura, sino que había algo detrás mucho más pesado”.

A su vez, relató cómo fue el encuentro con el hijo de Arribas, que se había dado con la excusa de tomar la representación de un futbolista que Uriel tenía, y que Ezequiel se fue enojado de sus oficinas, tras advertirle de “las fuerzas” que ellos tenían.
“Quiero decir que, con posterioridad a la reunión, empezó la causa, y curiosamente también perdi al jugador que inmediatamente comenzó a ser representado por Stellar Group, se hizo cargo esa sociedad”, señala Uriel y agrega: “Lo narrado derivó en la radicación de una denuncia por el convencimiento de que la causa en mi contra era sin dudas una causa armada”.

En la nota, señala que la comisión tiene que tener presente el testimonio del “Agente 4”, que confirmaron sus sospechas. “Lo ocurrido conmigo es verdaderamente un espanto, la utilización de los recursos del Estado para beneficio de una actividad comercial propia particular, lisa y llanamente sacar un competidor de la cancha, y con el enorme riesgo en que me han puesto y aún me encuentro”.