Los universitarios detenidos denuncian que durante los últimos meses ocurrieron muchas muertes por falta de atención médica en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza. Uno de ellos reclama que le brinden acceso a la salud.
Norberto Néstor Buffone tenía 46 años. Falleció el sábado 12 de abril y denuncian que fue por falta de atención médica. El detenido era miembro del Centro de Estudiantes Ezeiza (CUE), dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y ubicado en el Complejo Penitenciario Federal 1. Sus compañeros y compañeras piden que la muerte del hombre sea investigada. También solicitaron a las autoridades académicas que realicen un pedido de esclarecimiento.
«Nuestro compañero Buffone sufrió peritonitis. Empezó con dolores el viernes 11 por la mañana y recién le dieron asistencia médica durante la mañana del sábado 12, falleció al mediodía», según contaron a Enclave-Arg los detenidos del pabellón E, del Módulo 2. Y agregaron. «Solicitamos la intervención de la UBA en virtud de que se realice una exhaustiva investigación. Además, está interviniendo la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN)».
Un gran desprecio por la vida humana
Desde la comisión directiva del CEU aseguran que el caso de Buffone: «Se suma a una larga lista de muertes que vienen ocurriendo en este lugar por falta de atención médica y que en reiteradas oportunidades han quedado impunes. Nunca hay responsables sobre la demora en el abordaje sanitario, las urgencias y emergencias».
En esta línea, cabe destacar, que los informes elaborados por todos los organismos de Derechos Humanos del país, denuncian que la primera causa de muerte en cárceles es por falta de acceso a la salud. Son muertes que se podrían evitar.
«Pedimos que la justicia intervenga y pida explicaciones sobre lo que pasó con nuestro compañero. Además, queremos que armen una megacausa con todos los fallecimientos que hubo y los que siguen corriendo; porque son muchos», reclama la comisión directiva del CEU.
Un reclamo por salud
Adrián Kracosky, de 51 años, está en el pabellón B, Módulo 2. «Presenté la solicitud de intervención de la Defensoría Pública Oficial N°3 de CABA a cargo del doctor Santiago Marino, con la finalidad de que se me garantice el derecho a la salud y también amplié los fundamentos de mi solicitud de arresto domiciliario».
Continuó contando que su reclamo está fundado «en que las autoridades penitenciarias, puntualmente el área salud, no han adoptado un temperamento acorde a mis padecimientos de salud actuales. Además, realizaron informes falaces e inadecuados».
«Soy insulino dependiente tipo 1, tengo diabetes, quiero aclarar que no he sido atendido regularmente y adecuadamente por los especialistas desde mi ingreso a este establecimiento penitenciario. Vengo padeciendo la falta de médicos, también me niegan -reclamó Kracosky- la atención en los hospitales extramuros»
Precariedad institucional
El detenido continuó: «Constantemente se suspenden los diferentes turnos en los distintos hospitales, el personal penitenciario siempre argumenta lo mismo. Dicen que no cuenta con móvil para realizar el traslado o que no tienen combustible para los vehículos para llevarnos a los diferentes complejos sanitarios públicos».
Kracosky también denunció: «En estos últimos meses hubo muchos fallecimientos en el sector Hospital Penitenciario Central (HPC), debido a la falta de atención. Lo que digo es de público conocimiento, la internación en este lugar significa el aislamiento en una celda. Con una sola visita diaria de un médico y enfermero, que la realizan por la mañana, existe una total ausencia de monitoreo durante el resto del día».
El detenido finalizó advirtiendo: «Si deciden internarme en el HPC estoy condenado a muerte. Como pasó con el fallecimiento del estudiante Buffone, ocurrido el viernes 11 de abril, porque le negaron el acceso a la salud. No puede ser que la justicia sepa que nos estamos muriendo y no haga nada al respecto».